A propósito del día mundial de concientización sobre el autismo,
declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas y celebrado el
dos de abril, me pareció interesante compartir con ustedes algunas ideas.
Hoy en día hay muchísimo material disponible acerca del Trastorno
del Espectro Autista (TEA). Podríamos decir a grandes rasgos, que las
personas con este trastorno presentan dificultades fundamentalmente en
tres áreas: respecto del desarrollo de habilidades sociales; respecto de la
comunicación y de los comportamientos.
Si bien mi hijo no presenta TEA, sí he notado a lo largo de los años
que se daban en él algunas conductas que podrían ser de corte autista.
Algunas de ellas, tal vez llamaban mi atención o la de algún familiar o amigo.
En otras oportunidades, fueron los profesionales que trabajaban con él en
las distintas terapias los que las han advertido.
La primera que observamos fue la dificultad de establecer contacto
visual. La mirada esquiva, difícil de encontrar, fue uno de los grandes
desafíos a trabajar con Franco y que lo seguimos trabajando a lo largo de
los años y aún hoy.
Fran comenzó desde muy chiquito a realizar tratamiento de
estimulación temprana. Más adelante comenzó con psicomotricidad y luego
fonoaudiología neurolingüística. En todos estos espacios de tratamiento se
priorizó que él pudiera establecer contacto visual con el otro.
¿Y por qué esto es tan importante? Yo lo visualizo como el punto de
partida: cuando puedo mirarte te incluyo; intento decirte; quiero jugar con
vos y que juegues conmigo; quiero que seas parte de mi mundo.
Así, poco a poco, a través del juego y de las distintas terapias Fran
fue progresando mucho en este aspecto conectándose cada vez más con los
demás. Pero es un trabajo constante, que no hay que descuidar.
Es interesante poder estar atentos como papás y observar si
nuestros hijos presentan conductas o actitudes que los desconectan del
mundo exterior. Por ejemplo, estar ensimismados con un objeto, repetir
movimientos que parecieran no tener sentido, o lo que mencionábamos más
arriba de evitar el contacto visual. Para ellos, es fundamental el trabajo con
el equipo terapéutico para lograr conectarse con los demás. Y para nosotros
como papás tiene un valor incalculable contar con asesoramiento profesional
que nos ayude a saber cómo convocarlos, como “traerlos de vuelta”.
Pero el tratamiento y el asesoramiento sin el amor y la paciencia no
alcanzan. Nosotros lo sabemos, y por eso lo intentamos una y otra vez, cada
día. Porque sabemos lo que significa el valor su mirada. El momento en que se
da esa conexión de sus ojitos con los tuyos, produciéndose ese mágico lazo
que no necesita palabras.
Hermoso más allá de lo claro y lo científico, el amor que sabemos que das cada día es hermoso. La mayor nutrición que puede recibir Fran. Cariños
Nuestra mirada
Como dijo Cecilia, la conexión visual es esencial para establecer un vínculo. A partir de esa conexión se realiza el aprendizaje. La atención partirá de ahí, y en consecuencia las actividades. A Fran le encanta realizar tareas, ayudar, acomodar, llevar, traer, ser útil. Todo esto debe estar acompañado de nuestra mirada, aprobación y estímulo. El quiere que lo miremos y festejemos sus logros. Así va aumentando su autoestima y autosuficiencia, y cada vez lo hace mejor.
¡Los abuelos lo amamos!
Excelente la explicación, la experiencia lo es todo. Gracias por compartirlo. Bs
💕