El sábado 6 de julio, después de mucho tiempo, tuvimos nuevamente la alegría de encontrarnos en persona para compartir una tarde especial.
Los círculos son prácticas ancestrales que utilizaron comunidades de distintos lugares del mundo como modo de resolución de conflictos, como modo de canalizar temas importantes para los miembros de la comunidad.
Se la conoce como una práctica restaurativa, en el sentido que apunta a fortalecer los lazos sociales, generar red, contención y porque no, resultar un espacio de aprendizaje y sanación.
Esta práctica nos permite que circule la palabra en un marco de respeto y escucha atenta, donde todas las voces son igual de importantes y valiosas. Nos permite conectarnos, reconocer nuestras necesidades y también nuestra propia sabiduría. Los círculos nos permiten aprender de los otros, cuestionarnos y reconocernos como personas resilientes.
En esta oportunidad nos acompañó facilitando la Lic. en Psicología Natalia M. Montero.
¡¡Gracias Gabriela, Mariana, Marisol, Verónica, Elba y Natalia por permitir regalarnos este espacio de red tan importante y necesario para todos!!
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